La impulsividad es una tendencia a actuar de manera rápida e instintiva sin considerar las consecuencias a largo plazo. Las personas impulsivas suelen tomar decisiones apresuradas, interrumpir a los demás y buscar gratificación inmediata, lo que puede llevar a comportamientos arriesgados o poco reflexionados. Esta característica puede afectar diversas áreas de la vida, desde las relaciones personales hasta el rendimiento laboral. Aunque la impulsividad es una parte natural de la conducta humana, su manejo adecuado es crucial para evitar problemas y tomar decisiones más equilibradas y conscientes.